Toda vuestra campaña de manipulación está basada en
mentiras, haciendo creer a la sociedad que os preocupáis por la vida cuando en
realidad lo que promovéis es la muerte y la culpabilización de las que
realmente son vidas: las mujeres.
Defendéis un discurso engañoso que confunde la realidad con la fe. En una
sociedad avanzada no se puede legislar basándose en afirmaciones de credos o
moralinas rancias, mezclando hechos científicos con conceptos espirituales como
la existencia del alma. Por favor, seamos seri@s y no insultéis nuestra
inteligencia.
Una democracia debe basarse siempre en EVIDENCIAS CIENTÍFICAS. Evidencias como
que la mujer sí es un ser humano y ella tiene derecho a decidir lo que hacer
con su cuerpo y con su vida. Evidencias como que la Organización Mundial de la Salud
promueve con urgencia el aborto legal y seguro
como uno de sus derechos reproductivos y derecho fundamental de las mujeres. O evidencias como que el aborto
inseguro es una pandemia silenciosa y acabar con ella es un imperativo
urgente para la salud pública y los derechos
humanos.
Impedir a una mujer
abortar si así lo desea, es una privación de su libertad y una
negación del derecho a controlar su propio cuerpo. Mujer no es sinónimo de
madre, a ver si os entra en la cabeza.
Nos insultáis y engañáis inventando que el aborto es una causa de muerte. Lo
que realmente está reconocido científicamente es la muerte de mujeres que tienen
que abortar de manera clandestina porque, por culpa de grupos como el vuestro, no
se les ofrece una intervención segura a manos de profesionales y en lugares
acondicionados para hacerlo de forma adecuada.
Vosotros sois los que tenéis las manos manchadas de sangre:
la sangre de millones mujeres a las que queréis obligar a ser madres en contra
de su voluntad y que por ello no tienen más opción que acudir a negocios
clandestinos que, de esta manera, estáis ayudando a crear y fomentar.
Ni el estado ni, mucho menos, la iglesia debe meterse en la decisión de ser o
no ser madre. El deber del estado es, por un lado, el de garantizar una
adecuada educación sexual sin tapujos moralistas con la que las mujeres
realmente puedan decidir qué hacer y cómo hacerlo, porque ser madre no debe ser
una imposición si no una decisión consciente, escogida y digna. También debe
ofrecer información y acceso a métodos anticonceptivos para que no se den casos
de embarazos no deseados.
Por otro lado, debe garantizar las mejores
condiciones para que si, a pesar de lo anterior, una mujer queda embarazada en
contra de su voluntad, pueda ser atendida en condiciones de salubridad que no
pongan en riesgo su vida. Y por último, debe garantizar que si una mujer quiere
tener un hijo o una hija, pueda hacerlo en las mejores condiciones y que ningún
elemento externo intervenga en su decisión.
En todo esto las creencias religiosas no tienen cabida. La iglesia, al ser una creencia personal y
subjetiva, debe mantenerse totalmente al margen.
Todo el mundo debe conocer cuáles son los intereses que hay
detrás de todo esto. Las organizaciones ULTRACATÓLICAS y ULTRACONSERVADORAS,
como por ejemplo redmadre, tienen como verdadero objetivo conseguir
financiación pública para adoctrinar y manipular a la sociedad con todas estas
mentiras. Una manera más de financiar a la iglesia con el dinero de todas y de
todos.