En 2012 se inaugura el
Gerhotel los Robles Oviedo que pertenece al grupo previsión sanitaria nacional
PSN. Una mutua para profesionales del sector sanitario y otros colectivos de
profesionales universitarios del que Carmen Rodríguez, presidenta del
colegio de médicos de Asturias por aquel entonces, es vicepresidenta.
En tan importante evento el
alcalde de Oviedo Iglesias Caunedo agradece al grupo su compromiso con la
ciudad al elegirla para ubicar un centro “sinónimo de modernidad, que
generará empleo y en el corazón mismo del casco antiguo” cerrando el acto con
una cita prestada de Carmen Rodríguez “Larga vida a los mayores”. Como colofón,
un cura bendice el centro.
Pero en la trastienda de
tanta prosperidad y exclusividad se esconde otra realidad para las trabajadoras
con contratos de obra en fraude y sin cobrar horas extras, festivos ni
nocturnidad. Las auxiliares de geriatría llevan placas identificativas como
auxiliares de enfermería pero son contratadas como camareras de pisos con lo
que estas trabajadoras tienen que alternar los cuidados con la limpieza de
las habitaciones, ahorrando en personal de limpieza del que prescinden a
principios de 2013.
Una de las recepcionistas harta
de la situación, tras descubrir que le comienzan a quitar dinero de la nómina
por un supuesto error en la categoría, decide denunciar y se le
reconocen judicialmente sus reclamaciones. Aún así la empresa no cumple los
acuerdos lo que lleva a una nueva reclamación. Poco después sin previo aviso,
mientras está en su puesto de trabajo, se le comunica que “la obra para la que
fue contratada (que es la misma que la de sus compañeras) ha finalizado” y
ponen a otra trabajadora en su puesto inmediatamente.
Carmen Rodríguez, que
mientras era presidenta del colegio de médicos de Asturias se opuso a
la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción
Voluntaria del Embarazo, incitando a la objección de conciencia porque, en palabras suyas, "lógicamente los
médicos se forman para salvar vidas no para quitarlas", es un ejemplo
de esos autoproclamados “pro-vida” que hipócritamente hablan de protección de la
vida mientras explotan a las trabajadoras y hacen imposible la conciliación de
la vida laboral y personal castigando, además, a las trabajadoras que exigen
sus derechos.
El Miércoles 29 de
Octubre en el juzgado de lo social número 3 de Oviedo a las 10:30, os
animamos a apoyar a esta trabajadora en el juicio por despido castigo.
¡Basta de falsas lecciones
de moralidad queriendo robarnos nuestro derecho a decidir mientras hacen más
miserables nuestras vidas!
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