Existen numerosos motivos por los
que una mujer decide interrumpir su embarazo. Condiciones socioeconómicas,
laborales, de salud o afectivas juegan un papel importante en la decisión pero
la razón principal sigue siendo la que más se esconde: no todas las mujeres quieren ser madres, en un momento determinado
o a lo largo de su vida.
Rondaban los años 60 cuando Betty
Friedan afirmaba que "Una mujer debe
poder decir, y no sentirse culpable al hacerlo, ¿Quién soy? y ¿Qué quiero hacer
en mi vida?”. 50 años después nos
vemos condenadas a repetir constantemente sus palabras como si la sociedad
padeciera una especie de agnosia que no le permitiera reconocer situaciones
anteriormente vividas y aprendidas. Y es que sólo una cosa dijeron cierta en
Tradición digital (web católica) cuando nos dedicaron una entrada tras el
escrache que hicimos al Obispo de Oviedo y su auxiliar en la catedral: “portaban
pancartas con lemas tan poco originales y pasados de moda como: Nosotras
parimos, nosotras decidimos”.
¿Quién soy? y ¿Qué quiero hacer
en mi vida?... Soy una egoísta por hacerme estas preguntas y debo
sentirme culpable porque en un sistema capitalista como el nuestro, donde el trabajo es la principal fuente de
riqueza, mi cuerpo es visto como una máquina para la producción de
fuerza de trabajo y ésta debe ser controlada. Yo, para ser una mujer de
verdad, he de contribuir a la causa religiosamente con mi única función en
la vida: parir y criar. Siguiendo a Silvia Federecci “No es un problema de número, de cuánta
gente nace, pues mientras en unos países se acota la natalidad, a la vez, en
otros se fomenta. El sistema lo que busca es controlar y decidir dónde, cuándo
y con qué perfil nacerá su nueva mano de obra”.
Controlar el cuerpo de la mujer es
controlar nuestra capacidad reproductiva, nuestra sexualidad, nuestras formas
de relacionarnos y nuestro comportamiento en general. Controlar el cuerpo de la mujer significa controlar a la sociedad y,
por tanto, se convierte en la mejor garantía del mantenimiento de las
estructuras capitalistas y patriarcales.
A lo largo de la historia
diferentes momentos y actores han marcado el camino hasta construir una imagen de
la mujer tal y como la conocemos. A este respecto no podemos ignorar el papel
fundamental que la iglesia ha tenido y cómo desde épocas muy tempranas el clero
reconoció el poder que el deseo sexual confería a las mujeres sobre los hombres
tratando siempre de exorcizarlo. Se adoptaron legislaciones represivas bajo la
influencia directa de la iglesia, politizando la sexualidad y convirtiéndola en
una cuestión de Estado.
En este contexto y hasta la
actualidad, los métodos anticonceptivos fueron también criminalizados
puesto que su función es evitar la concepción y, por tanto, el fin único
de las relaciones sexuales: “cuando
deliberadamente se quita de ese acto la capacidad de dar la vida, de engendrar,
de ser fecundos, ese acto se vuelve mentiroso. En la anticoncepción, la
procreación se convierte en el 'enemigo' a evitar en la práctica de la
sexualidad. Esta práctica tiene su raíz en una mentalidad hedonista, es decir,
egoísta, que pone el placer por encima de todo”. (Juan Pablo II,
Evangelium vitae, 23)
Algo tan natural y humano como
disfrutar y buscar placer en las relaciones sexuales es condenado drásticamente
por la iglesia y esto, como he mencionado anteriormente, ha tenido graves
consecuencias en las formas de relacionarnos creando una imagen de mujer como
<<sinónimo de madre>>.
“La libertad de la maternidad es la que hace a las mujeres auténticamente
mujeres” afirmaba Gallardón para justificar las políticas que está llevando
a cabo el Partido Popular en materia de aborto. "En definitiva, vamos a defender el derecho y la dignidad de
la mujer como uno de los derechos fundamentales que es del derecho a la
maternidad”.
Utilizan el lenguaje de forma perversa. Utilizan el lenguaje como
disfraces de carnaval. Hablan del derecho a la maternidad pero ¿Acaso nos
dan derecho a decir si queremos ser madres? ¿Acaso nos dejan alternativas? Si
no tengo otra opción al quedarme embarazada que la de ser madre; si no puedo
decidir sobre mi propio cuerpo y vida; si me condenan a parir en contra de mi
voluntad, pueden llamarlo obligación, tortura, castigo o imposición pero, por
favor, que no se atrevan encima a llamarlo derecho y a decir que con ello
defienden nuestra dignidad.
Dignidad de la mujer es poder
llegar a una maternidad consciente y decidida, en las mejores condiciones y
sin ningún elemento externo que intervenga en su decisión; tener garantizada una adecuada educación sexual sin tapujos
moralistas para poder decidir libremente qué hacer y cómo hacerlo; optar a información y acceso a métodos
anticonceptivos para que no se den casos de embarazos no deseados; contar con las mejores condiciones para que
si, a pesar de lo anterior, se queda embarazada en contra de su voluntad, pueda ser atendida en condiciones de
salubridad que no pongan en riesgo su vida. En definitiva, dignidad de la mujer es poder decidir qué quiere hacer
en su vida.
Ni a Gallardón, ni al PP, ni al
foro de la familia con sus asociaciones cínicamente autodenominadas “pro-vida”
con RedMadre a la cabeza, les importa lo más mínimo la vida. Si así fuera, no
condenarían a millones de mujeres a una posible muerte por el hecho de querer
interrumpir un embarazo no deseado.
Cuando defendemos el derecho a un aborto libre, seguro y gratuito
estamos luchando contra la conservación de sus privilegios. Nos estamos
oponiendo a que se aprovechen de la situación de necesidad para adoctrinar con
su evangelio, a salvaguardar las costumbres morales con la familia tradicional como
célula fundamental y a mantener su ejército de mujeres trabajadoras
no-asalariadas en el hogar. En la actual crisis, nos han convertido en
amortiguadoras de los recortes sanitarios y el desmantelamiento de la cobertura
social.
Pero no vamos a rendirnos porque cada
día somos más las que plantamos cara a sus imposiciones y las que, sin
sentirnos culpables, unidas decimos:
¡Soy una mujer y en mi vida decido yo!
Tamara Corral. Muyeres en llucha CSI
---------------------------------------------------------------------------------------------
waoo!...
ResponderEliminar